viernes, 30 de diciembre de 2016

Trazo 0-17

INTROITO

E

 

ste libro tiene como objetivo elevar los significantes para el dominio del lengua al ir trazando lo inverosímil en cada versos.

     Además es encuadrar el dolor por la consecución del devenir de los años, cosa que este poemario así lo muestra, y todo se envuelve en la rebeldía iconoclasta de la supremacía sobre el lenguaje, que es algo tan manifestante, ya que todos los poemas tratan de guiarse a una fuerza o debilidad conforme a los trazos hechos por un buen pintor de emociones.

     También trazo 0-17 persigue una expresión renovada, la meta es casi lograda, algo se consigue conforme a lo prometido, pues se dirá que hay cosas muy loables en la entrega de esta obra.

 

Trazo 0-17

Ahora los colores

¡como convulsiona y atiza el rostro!

Y si se toma dirección:

Aquí estoy.

Para usted,

sociedad de astucia y solicitud

donde la ralea se volatiza

para yacer en el ato.

¡Trazo!

¡A paso!

¡El 17!

¡El sueño!

¡El de los dos!

Yo aquí y ¿tú?

Una reminiscencia,

donde llegas a danzar pa' mis ojos

oh, bella silueta tenaz sin color.

Yo, presentando cantos ralos

a lo fulgurante para las vistas

que así saborean:

mi consciencia

la que maltrato tanto

y es motivo de animadversión.

 8 diciembre 2016

 

Mi amada Define

 

Mi gran labor pletórica

¿causaría algún rencor u atisbo?

Y yo les digo: «eso me dejó»,

y no son meras alabanzas de terror

pues, tengo la salvación de no caer

en el infierno, pues, si lo hago

habrá una revolución, donde haré,

sin dudas, abdicar a Satanás

o a sus retruenos bestiales

ya que en compañía de ángeles

no quiero estar, ni por sus bocas frescas,

y en lo análoga la sucesión se retrocede.

 

Y si la belleza, añado,

es muy inalcanzable

es por verter lo incorrecto

en la correspondencia,

al no lamer la imagen dulce

donde sucumbirá mi destino.

 

Por sí se resiente y no comprende

por no tomarla, le envío un furtivo beso

aquel que me rechazó en la víspera

al encuentro no comprometido

y faltan pocos días para diciembre

y su imagen se encuentra sin razón

y a la par solo leo esquistos tontos

dejados por unos bardos en in situ,

(es mejor atragantarse de injurias);

y así me lo paso con la militante disciplina,

ya que siempre hablo de un rencor sinigual

provocado por el destino de su boca.

 

Más que caderas en resueno

donde aspiro seducción en su encuentro.

¡No se da!

¡Dónde te fuiste!

¡Se acerca primero!

Y diciembre me parece brutal...

 

                      *

«Sí no demuestro estar abierto

por lo que argumento»

 

Si al mostrarme tal como soy

no se sugiere mucho abasto

entonces me veré obligado

a reubicarme y buscar alcance,

pero, no se dice nada del asunto

de mi gritar a contra mar

donde solo ataque sin cesar

preferentemente para ser el válido

ya que, al reunificar mi existencia

de atar el amor y odio

por el eufemismo de triunfar;

por tanto, estar aparte del arte

no rompería mi estigma

ni la consciencia del respeto mutuo;

pues, mostraré lo cobarde a esteras

por estar llena de soberbias;

solo comprenderé luchar

lo que se conlleva a tener alma

porque nadie bosteza sin calma,

y si así con soberbio gesticulo

con estas miles de palabras

que no constituye ni un recuerdo;

luego de cada valorar de sí mismo

uno se obliga a interconectarse

así entre los estudios internos;

y validaré en la pos-tarea

en lo que se cabalga y arrea

para someter lo de esta era,

y si me obligan a ser báscula

al pesar la ternura, el olvidar y la tolerancia

¿de pasar estos versos soberbios?,

que conjuga con lo mío siempre

¡esto es una batalla incierta!,

comenzada hace tanto tiempo

donde no se da cabida a la rendición.

 

Control de Natalidad

 

Se me escapan de la mente

para convertirse en aliento bruno,

se me pasan y tengo que vestirlos:

de mucha honorabilidad,

pero también hay que constituirle su desborde.

¿Y son malos? ¡Alcanzarán notoriedad!

¿Qué justeza hay? Solo represión.

Para que no salgan iguales yo rezo

lo cabal es no obtener consecución

para así no maniatar mi mente

pues que afloren amor no quiero

pero me son esquivos y ruin

ya que solo llevan peste roja y rara tara;

y si invierten atención en este sacro «neonema»

sufrirán de más palabras raras

y al caminar sobre la consciencia

nunca pares, sigue y crece,

ya que, a veces llegan a reproducirse

como no, y alcanzan cierta admiración.

Cansado del esparcimiento

y de la indeseada noche incestuosa

se repite y procrea: aberración.

¿Y ni una canción?

Solo meros soliloquios

hechas en las nubes sin razón

donde se cobija: ¡mis hijos!,

que son estos versos contra operativas

y apurativas yacen inválidos

por el oscuro rencor que sale

y sueñan con una cadencia

en la arre-curva-altura

sí, eso mismos quejidos tienen:

la del latido, con una métrica soberana

y de eso me puedo ufanar

ser tan subversivos,

y esa lección han aprendido

al estar embebido de los conceptos,

ya que se lanzan con arrojo

con esa bonita forma de congraciarse

en esos vientos poéticos

que mucho abunda por estos tiempos.

 

              

             *

Fruta ataviada

¡circunstancia análoga!

que deviene tristeza.

 

Boca húmeda

cabello resuelto

el tesón ineludible.

 

Facha extraordinaria,

ilusión perfecta,

aún es un sueño.

 

Sueño con aquella

en pos del hilo,

¿y no es una rememoración?

Es solo ubicar mi ser

en la soledad esculpida

a punta de trazos.

 Es acallar y recordar

lo furtiva que era

cuando alela el subconsciente.

 

Apenas recorro

nuestro ubicar

en el coetáneo aliento.

 

 A caso es un cuento

jugada en pos del tiempo.

 

Sigo andando

con un ritmo sonoro

procurando estar listo

a tan cierta ilusión

ocurrida en la mente.

Inevitable es acabar todo

y precisar lo ausente.

 

             *

¿Dónde estás?

¿Por qué te fugaste?

Quizás lo hiciste para obviar

lo más desagradable de mí;

y renací con tu perdida.

 

¡Aquí estoy!,

pasando un transliterar

acatando el ton

siendo vulnerable en la cohesión;

pues sigo en la plenitud

para obtener salvación.

 

¿Por dónde andas?

¿En la penumbra con otros?,

sollozando el perseguimiento;

pienso en el empate alterno

y te diré: ¡ya no soy aquel!

 

Si estás con vida, cuéntame,

así en retroceso tus horas,

hasta aquél momento de la ruptura,

donde ahí juntos estuvimos

siempre hago esto en mi mente

para elucubrar algún bienestar.

 

Y sé que el acoso te hizo sentir temor,

pues, quería salvación de vos

mas, sofocación obtuve de ti

hasta sentir hastío de mi yo.

 

Tú, seguirás con el radiante semblante

aquel que me enamoré

y juré jocoso nunca perder.

Y diciembre corre y a la postre

con este nuevo año solo me asegura

un desequilibrio que se me está dando

por lo sucedido hace tantos años.

 

               *

Hay cierta angustia

al sopesar la soledad.

 

Cierta ambivalencia

al enfrentarse al tedio.

 

Recuerdo la imagen tuya

donde tu mirada se fijaba en la mía,

tedio y soledad causó

por la forma de mí proceder.

 

Sé que me comporte mal

y merezco hundirme en el asco.

 

Pero, someto las inquietudes:

¿Por qué me olvidaste?

¿Dónde estarás que no te encuentro?

 

Hay rencores inigualables

que duran para siempre

u ineptitudes que se eximen rápido,

¿pero lo mío debe ser para la eternidad?

 

Sí, estoy de acuerdo aguantar

la penitencia del olvido

violentar el sentido, al solo ser,

mezquino con los sentimientos.

 Hay ciertas emociones

que se siente muy profundas

y como buen humano,

respirarlas tranquilas debo.

 

                         *

¿Y si la incumbencia irrumpe el margen

es que no están atento al desborde?

¡De mencionar tu detallado sabor!

 

A los colores me someto,

y mi destino es la desolación,

pues, hay un enorme resentimiento

cuando se obstruye el color

siendo un estruendo para los ciegos.

 

La similitud de tensión las hay

en el arco de la plena enjundia

al derrochar candor en la luminiscencia

aunada de los inmensos colores.

 

Ataviado de mostrar mi dicha

al absorber el claro don de mis versos

que preocupan mucho el contenido

donde acecho y califico la tensión.

 

Pero terminan por someterse al orden

y atenta siempre el oscuro sentir

y los demás ni comentan los hechos.

 

                          *

Siempre buscar el estruendoso aplauso

será como someterse a los estragos.

 

Y mis conceptos denostará ese amor

por eso, esos versos salen de mi mente

siempre fríos, incisivos o áspero

sí, también abiertos llenos de inquietud.

 

Por su entendimiento

sufren en el exterior

por su comprensión.

 

No soy nuevo en el querer,

ya que son una década

orillado a brindarlos a ratos.

 

Y si hay sufrimiento

es por procrear lo santo,

entonces, les dejaré un teorema...

 

Deben conseguir el estilo

de arquitectónicas bases de pistilos

al ser no ser oblicuos y obitorios.

Hablan de escasos temas,

pero entre el ego uno va

aparentando reconocerse.

 

Como saber si disgusta,

si a la primera huyen del hueco,

¿tendrán saborearse

para después degustarlo?

 

En el sentido del tiempo

yo, solo contra el viento,

y mi sentido es puerco.

 

Y en el sentido más pleno

la ceguera empieza,

pues, si estoy de pie,

es por la sorpresa del público.


                   *

Una fuerza no me permite

retroceder y dejar de no verla

pero veo su rostro y sigo adelante

aunque fuerce el ánimo

y trate de inmovilizarme

con lo certero y compasivo;

sé que al ensañarme así

no podré levantarme jamás.

 

Pero sigo mi imagen a oscuras

al demostrar un gran tesón

para no caer por amor a las puras.

 

Sé que la atracción

procura en lo unísono:

un latido ferviente,

la complacencia absoluta

al no haber ni un error.

 

Sé que como humano imperfecto

yazgo en tensión y proclive estoy:

a destruir alabanzas,

a romper sin razón,

provocar algún rencor.

 

No sé si podré aceptar o contener

el aullido incesante del deseo,

pues, a la vera del besar y sentir

tengo así la misión de obtener la sandez

por eso, canto siempre hasta el alba

para no dañar su bello y preclaro rostro.

 

Y si al mancharme por lo sucedido

tendría que sufrir alguna obstinación

bien merecido me lo tengo

por amarte y desvalorarte

sufriré este cruento rencor;

y si al desviar la mirada me ve

tendré en cuenta que solo quise:

obtener su salvación.