viernes, 11 de octubre de 2019

MUCHO TIEMPO PARA HABER SANADO


Epílogo

Siempre es grato construir mundos, en especial unir los pedazos rezagados para conformar el entramado psicológico que ayudaría como un testimonio más para curar el alma.

Libros encumbrados existen y este engrana en el punto más apartado de lo que se llama decepción, ubicamos a este libro como la evidencia de cómo es haber sobrevivido a la tormenta, donde describe esa fase y cuenta con naturalidad lo expresado con un nivel técnico, rico en el ritmo, fluidez al cantar las penalidades o cosas del pasado amoroso, y otra vez encontrarse con «mucho tiempo para haber sanado»; no tiene la voz del rencor o la del dolor, tampoco la duda existencial cuando es de compartir la experiencias, ya que uno creé haber encontrado el destino feliz.

Por eso, estos textos muestran la calma con toda la credibilidad posible en la expresión.

Es más detallado y profundo con cierta sencillez no se compara en sofisticados recursos literarios quizás en el peor de los casos simula imágenes vistosas.

Y como decía en el principio, grato es entregar un libro que a la vez da mi sentir en la postrimería de este.

Porque en cada obra hay una impresión humana muy valedera de todas las etapas del sentimiento, todavía no existe en mí repertorio algo que muestre ese momento oportuno del amor o así la del amor pleno.

Quizás uno sea la simiente del poeta del desamor, al mostrar esa tensión de la fuga en el encuentro o asimismo el final que podría ser beneficioso para enrumbar un mejor destino.

Bueno, como final de este epílogo no tendrá derecho a calificar de excelentísimo estos versos, pero son emociones muy profundas con asidua conexiones con el cerebro, ya el lector podrá verificar en que etapa de mi vida estoy, y como ser humano la reflexión está sin decir sin duda lo aparente, pero apela más a desnudar el alma del poeta, hay puntos de vistas del amor, que solo se consigue experimentado, viviendo fuertemente, y hoy nos pocos dejar esa perspectiva muy lirical en una extensión mayor en cada poema, en el que nos queda más que brillar de lo que se ha sentido en el corazón, después de haber sanado tanto con tiempo dispuesto.






Ha pasado mucho tiempo
y el amor conocido es solo un recuerdo
dibujado así como una figura
bien femenina en el cerebro
y sus modales muy definidos
se notó en sus risas impávidas
que se reordenan y compiten
y todas eran de mi gusto
hasta la hecha después del dolor
tuvo tanto significado.

¡Me gustaba cuando reias
porque no sentía lo lúgubre!
¡Me gustaba hacerla reír
porque sentía ser alguien útil!

Ha pasado mucho tiempo
y el amor sigue siendo un anhelo
y creo haber sentido esa calma
después de apretarnos las manos.
Pues, la discusión fue más allá
al haber orgullo y prejuicio
encontrándose todo en un maleficio
hizo que te alejes por entera
y así tuvieras un mejor camino.
Y sigo sin tino y con nada convino
escribiendo solo mis poemas tristes
que hablan de todo lo ocurrido.


Fragmentos

 Ha pasado mucho tiempo
y el amor conocido es solo un recuerdo
dibujada así como una figura:
bien femenina, en el cerebro,
y sus modales era muy definidos
que causaba risas impávidas
que se reordenan y compiten
y todas eran de mi gusto
hasta la que se hizo en la ruptura 
que tuvo tanto significado.

Apartame un lugar
para poder revivir en tus sueños 
y ahí no me mires mal
quiero que siga el anhelo 
no tengas otro en mi lugar:
¡no quiero perderte mi ensueño! 
Pues, no olvides a este lelo
que te miró diferente 
y abrazó la oscuridad 
para poder besar tu frente...

Hoy vi que podía ser feliz
y sonreí por esta esperanza hallada
cuando vi que tu cadera
muy animada se movía 
al compás de una sofisticada fruición 
que hace caer en ese juego
del amor sincero sin remedio... 



Fernando Zuñiga Fajardo
©Mucho tiempo para haber sanado